En la Juesaferia: Volviendo a la presencialidad

El día en que estaríamos en un evento había llegado. Una mezcla de emoción y dicha nos invadió cuando fuimos invitados por la agrupación SurPinta, a quienes le agradecemos un montón, para ser parte de la primera Juesaferia en Puerto Montt. Nuestro equipo preparó nuevo material: el fanzine “Cuentos de San Juan” haría su primera aparición en formato impreso, mientras que “Cuentos bajo la lluvia” y “Cuentos en la urbe” tendrían su segunda aparición, acompañados de “Fan-cine” y “Este fanzine no es otaku” e ilustraciones en forma de stickers y postales. También preparamos más copias de “Mal agüero”, el comic de género psicológico, drama y sobrenatural creado por Matías Torres y Danissa Peña. Todo el material esperaba que llegara aquel sábado 30 de abril del año 2022. Ese día amaneció nublado y ligeramente helado, entre una larga fila que esperaba una nueva dosis contra el COVID-19, triste recordatorio de que el virus estaba muy lejos de desaparecer.

Después de ingresar al recinto, aún a un piso de distancia de nuestro destino, un joven expositor se ofreció para llevar mi mesa plegable, algo que acepté agradecidamente. Cuando llegué y me asenté en un espacio del evento y esperé a que llegara Ozzyoisi, quien poseía los ejemplares de comics impresos y un mantel menos arrugado que el mío. Poco a poco noté como los espacios se llenaban de participantes y tomaban color cual lienzo intervenido por una variedad de colores. Como resultado, la feria abrió sus puertas a la comunidad. Los ilustradores, serigrafistas, muralistas, costureros, artesanos, pero sobre todo, artistas, protagonizamos toda la velada. El público se maravillaba con las sorpresas que mostraba cada stand y se llevaba un recuerdo de los mismos a sus hogares. La feria contó también con muestras de danza, rap y charlas que invitaban a la gente a quedarse un poco más al evento. Durante la tarde se incorporó Gaby Lezana a nuestro equipo, y así podíamos intercambiar turnos sin dejarnos solas. El ambiente amistoso y relajado hizo que nos olvidáramos por un momento de las mascarillas que debíamos portar de forma obligatoria en esta nueva normalidad. Otro evento digno de mención fue la buena recepción de las historietas que presentamos. Un distinguido señor nos pidió autógrafos por cada fanzine comprado. Solo pudimos firmar los colaborativos, ya que no estaba presente algún representante del comic “Mal agüero”.

La caída de la noche también marcó la finalización de la feria. Todos guardamos nuestros stands y ordenadamente nos retiramos en lo que llamo “la marcha de las mesas plegables” hacia el ascensor que nos dejaba muy cerca de la salida.

Fue una grata experiencia volver a ser expositores en un evento. ¡Muchas gracias a SurPinta por hacerlo posible!

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